El aprendizaje y las teorías que tratan los procesos de adquisición de conocimiento han tenido durante este último siglo un enorme desarrollo debido fundamentalmente a los avances de la psicología y de las teorías instruccionales, que han tratado de sistematizar los mecanismos asociados a los procesos mentales que hacen posible el aprendizaje [Reigeluth, 1983].
El propósito de las teorías educativas es el de comprender e identificar estos procesos y a partir de ellos, tratar de describir métodos para que la instrucción sea más efectiva. Es en este último aspecto en el que principalmente se basa el diseño instruccional, que se fundamenta en identificar cuáles son los métodos que deben ser utilizados en el diseño del proceso de instrucción, y también en determinar en qué situaciones estos métodos deben ser usados. De acuerdo con [Reigeluth, 1987], de la combinación de estos elementos (métodos y situaciones) se determinan los principios y las teorías del aprendizaje. Un principio de aprendizaje describe el efecto de un único componente estratégico en el aprendizaje de forma que determina el resultado de dicho componente sobre el enseñante bajo unas determinadas condiciones. Desde el punto de vista prescriptivo, un principio determina cuándo debe este componente ser utilizado. Por otro lado, una teoría describe los efectos de un modelo completo de instrucción, entendido como un conjunto integrado de componentes estratégicos en lugar de los efectos de un componente estratégico aislado.
A este respecto, el estudio de la mente y de los mecanismos que intervienen en el aprendizaje se ha desarrollado desde varios puntos de vista basados en la misma cuestión fundamental, a saber: ¿Cuáles son las condiciones que determinan un aprendizaje más efectivo? [Gagné, 1987]. En un primer lugar, desde un punto de vista psicológico y pedagógico, se trata de identificar qué elementos de conocimiento intervienen en la enseñanza y cuáles son las condiciones bajo las que es posible el aprendizaje. Por otro lado, en el campo de la tecnología instruccional, se trata de sistematizar este proceso de aprendizaje mediante la identificación de los mecanismos y de los procesos mentales que intervienen en el mismo. Ambos campos van a servir de marco de referencia para el desarrollo de los sistemas de enseñanza basados en computador.
Para el conductismo, el modelo de la mente se comporta como una ``caja negra'' donde el conocimiento se percibe a través de la conducta, como manifestación externa de los procesos mentales internos, aunque éstos últimos se manifiestan desconocidos. Desde el punto de vista de la aplicación de estas teorías en el diseño instruccional, fueron los trabajos desarrollados por B. F Skinner para la búsqueda de medidas de efectividad en la enseñanza el que primero lideró el movimiento de los objetivos conductistas [Skinner, 1958,Skinner, 1968,Tyler, 1975]. De esta forma, el aprendizaje basado en este paradigma sugiere medir la efectividad en términos de resultados, es decir, del comportamiento final, por lo que ésta está condicionada por el estímulo inmediato ante un resultado del alumno, con objeto de proporcionar una realimentación o refuerzo a cada una de las acciones del mismo. Al mismo tiempo, se desarrollan modelos de diseño de la instrucción basados en el conductismo a partir de la taxonomía formulada por [Bloom, 1956] y los trabajos posteriores de [Gagné, 1985] y también de M. D. Merrill [Merrill, 1980,Merrill, 1987,Merrill, 1994]. Las críticas al conductismo están basadas en el hecho de que determinados tipos de aprendizaje solo proporcionan una descripción cuantitativa de la conducta y no permiten conocer el estado interno en el que se encuentra el individuo ni los procesos mentales que podrían facilitar o mejorar el aprendizaje.
SKINNER:
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Burrhus Frederic Skinner nació el 20 de marzo de 1904 en la pequeña ciudad de Susquehanna en Pensilvania. Su padre era abogado y su madre una inteligente y fuerte ama de casa. Su crianza fue al viejo estilo y de trabajo duro.
Burrhus era un chico activo y extravertido que le encantaba jugar fuera de casa y construir cosas y de hecho, le gustaba la escuela. Sin embargo, su vida no estuvo exenta de tragedias. En particular, su hermano murió a los 16 años de un aneurisma cerebral.
Burrhus recibió su graduado en Inglés del Colegio Hamilton en el norte de Nueva York. No encajó muy bien sus años de estudio y ni siquiera participó de las fiestas de las fraternidades de los juegos de fútbol. Escribió para el periódico de la universidad, incluyendo artículos críticos sobre la misma, la facultad e incluso contra ¡Phi Beta Kappa! Para rematar todo, era un ateo (en una universidad que exigía asistir diariamente a la capilla).
Al final, se resignó a escribir artículos sobre problemas laborales y vivió por un tiempo en Greenwich Village en la ciudad de Nueva York como “bohemio”. Después de algunos viajes, decidió volver a la universidad; esta vez a Harvard. Consiguió su licenciatura en psicología en 1930 y su doctorado en 1931; y se quedó allí para hacer investigación hasta 1936.
También en este año, se mudó a Mineápolis para enseñar en la Universidad de Minesota. Allí conoció y más tarde se casó con Ivonne Blue. Tuvieron dos hijas, de las cuales la segunda se volvió famosa como la primera infante que se crió en uno de los inventos de Skinner: la cuna de aire. Aunque no era más que una combinación de cuna y corral rodeada de cristales y aire acondicionado, parecía más como mantener a un bebé en un acuario.
En 1945 adquirió la posición de jefe del departamento de psicología en la Universidad de Indiana. En 1948 fue invitado a volver a Harvard, donde se quedó por el resto de su vida. Era un hombre muy activo, investigando constantemente y guiando a cientos de candidatos doctorales, así como escribiendo muchos libros. Aunque no era un escritor de ficción y poesía exitoso, llegó a ser uno de nuestros mejores escritores sobre psicología, incluyendo el libro Walden II, un compendio de ficción sobre una comunidad dirigido por sus principios conductuales. Nos referiremos a partir de aquí al término conductual, por ser más apropiado dentro del campo de la psicología.N.T.
El 18 de agosto de 1990, Skinner muere de leucemia, después de convertirse probablemente en el psicólogo más famoso desde Sigmund Freud.
Teoría:
El sistema de Skinner al completo está basado en el condicionamiento operante. El organismo está en proceso de “operar” sobre el ambiente, lo que en términos populares significa que está irrumpiendo constantemente; haciendo lo que hace. Durante esta “operatividad”, el organismo se encuentra con un determinado tipo de estímulos, llamado estímulo reforzador, o simplemente reforzador. Este estímulo especial tiene el efecto de incrementar el operante (esto es; el comportamiento que ocurre inmediatamente después del reforzador). Esto es el condicionamiento operante: el comportamiento es seguido de una consecuencia, y la naturaleza de la consecuencia modifica la tendencia del organismo a repetir el comportamiento en el futuro.”
Imagínese a una rata en una caja. Esta es una caja especial (llamada, de hecho, “la caja de Skinner”) que tiene un pedal o barra en una pared que cuando se presiona, pone en marcha un mecanismo que libera una bolita de comida. La rata corre alrededor de la caja, haciendo lo que las ratas hacen, cuando “sin querer” pisa la barra y ¡presto!, la bolita de comida cae en la caja. Lo operante es el comportamiento inmediatamente precedente al reforzador (la bolita de comida). Prácticamente de inmediato, la rata se retira del pedal con sus bolitas de comida a una esquina de la caja.
Imagínese a una rata en una caja. Esta es una caja especial (llamada, de hecho, “la caja de Skinner”) que tiene un pedal o barra en una pared que cuando se presiona, pone en marcha un mecanismo que libera una bolita de comida. La rata corre alrededor de la caja, haciendo lo que las ratas hacen, cuando “sin querer” pisa la barra y ¡presto!, la bolita de comida cae en la caja. Lo operante es el comportamiento inmediatamente precedente al reforzador (la bolita de comida). Prácticamente de inmediato, la rata se retira del pedal con sus bolitas de comida a una esquina de la caja.
Un comportamiento seguido de un estímulo reforzador provoca una probabilidad incrementada de ese comportamiento en el futuro.
¿Qué ocurre si no le volvemos a dar más bolitas a la rata? Aparentemente no es tonta y después de varios intentos infructuosos, se abstendrá de pisar el pedal. A esto se le llama extinción del condicionamiento operante.
Un comportamiento que ya no esté seguido de un estímulo reforzador provoca una probabilidad decreciente de que ese comportamiento no vuelva a ocurrir en el futuro.
Ahora, si volvemos a poner en marcha la máquina de manera que el presionar la barra, la rata consiga el alimento de nuevo, el comportamiento de pisar el pedal surgirá de nuevo, mucho más rápidamente que al principio del experimento, cuando la rata tuvo que aprender el mismo por primera vez. Esto es porque la vuelta del reforzador toma lugar en un contexto histórico, retroactivándose hasta la primera vez que la rata fue reforzada al pisar el pedal.
Esquemas de refuerzo
A Skinner le gusta decir que llegó a sus diversos descubrimientos de forma accidental (operativamente). Por ejemplo, menciona que estaba “bajo de provisiones” de bolitas de comida, de manera que él mismo tuvo que hacerlas; una tarea tediosa y lenta. De manera que tuvo que reducir el número de refuerzos que le daba a sus ratas para cualquiera que fuera el comportamiento que estaba intentando condicionar. Así que, las ratas mantuvieron un comportamiento constante e invariable, ni más ni menos entre otras cosas, debido a estas circunstancias. Así fue como Skinner descubrió los esquemas de refuerzo.
El refuerzo continuo es el escenario original: cada vez que la rata comete el comportamiento (como pisar el pedal), consigue una bolita de comida.
El programa de frecuencia fija fue el primero que descubrió Skinner: si, digamos, la rata pisa tres veces el pedal, consigue comida. O cinco. O veinte. O “x” veces. Existe una frecuencia fija entre los comportamientos y los refuerzos: 3 a 1; 5 a 1; 20 a 1, etc. Es como una “tasa por pieza” en la producción industrial de ropa: cobras más mientras más camisetas hagas.
El programa de intervalo fijo utiliza un artilugio para medir el tiempo. Si la rata presiona el pedal por lo menos una vez en un período de tiempo particular (por ejemplo 20 segundos), entonces consigue una bolita de comida. Si falla en llevar a cabo esta acción, no consigue la bolita. Pero, ¡aunque pise 100 veces el pedal dentro de ese margen de tiempo, no conseguirá más de una bolita! En el experimento pasa una cosa curiosa si la rata tiende a llevar el “paso”: bajan la frecuencia de su comportamiento justo antes del refuerzo y aceleran la frecuencia cuando el tiempo está a punto de terminar.
Skinner también habló de los programas variables. Una frecuencia variable significa que podemos cambiar la “x” cada vez; primero presiona tres veces para conseguir una bolita, luego 10, luego 1, luego 7 y así sucesivamente. El intervalo variable significa que mantenemos cambiante ese período; primero 20 segundos, luego 5; luego 35 y así sucesivamente.
PAVLOV, IVAN PETROVICH:
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(Riazán, actual Rusia, 1849-Leningrado, hoy San Petersburgo, id., 1936) Fisiólogo ruso. Hijo de un pope ortodoxo, cursó estudios de teología, que abandonó para ingresar en la Universidad de San Petersburgo y estudiar medicina y química. Una vez doctorado, amplió sus conocimientos en Alemania, donde se especializó en fisiología intestinal y en el sistema circulatorio. En 1890 sentó plaza de profesor de fisiología en la Academia Médica Imperial, y en la década siguiente se centró en la investigación del aparato digestivo y el estudio de los jugos gástricos, trabajos que le valieron el Premio Nobel en 1904. Pavlov es conocido, sobre todo, por la formulación de la ley del reflejo condicionado, que desarrolló después de advertir que la salivación de los perros que utilizaba en sus experimentos podía ser resultado de una actividad psíquica. Al efecto, realizó el famoso experimento consistente en tañer una campana inmediatamente antes de dar el alimento a un perro, para concluir que, cuando el animal estaba hambriento, empezaba a salivar en cuanto oía el sonido habitual. La guerra civil y el advenimiento del comunismo no afectaron sus investigaciones. A pesar de no ser afecto al nuevo régimen, los comunistas, que valoraban su talla como científico, no lo represaliaron como a tantos otros que, como él, habían mostrado su rechazo a los métodos del gobierno. En una ocasión llegó a declarar: «Por este experimento social que estáis realizando, yo no sacrificaría los cuartos traseros de una rana.» Los comunistas no dudaron en aplicar la teoría del reflejo condicionado de Pavlov a fines que su descubridor nunca hubiese podido imaginar: el condicionamiento de seres humanos, efectuado en el sistema carcelario soviético. En los años treinta, Pavlov volvió a significarse al anunciar el principio según el cual, la función del lenguaje humano es resultado de una cadena de reflejos condicionados que contendrían palabras.
Condicionamiento clásico: El condicionamiento clásico se basa en un proceso de asociación entre dos estímulos, que permite a uno de ellos recibir, al hilo de las situaciones repetitivas, la capacidad de provocar la respuesta que el otro sólo se limitaba a engendrar; en otras palabras, relaciona un estímulo con otro que ya produce una determinada respuesta.
Esta teoría fue demostrada mediante el experimento de Pavlov. Al mismo tiempo que el científico presentaba un trozo de carne a un perro, y tocaba una campanilla, éste empezaba instintivamente a salivar. Repitiendo esta acción muchas veces, consiguió hacer que el animal salivase al oír el sonido, incluso en ausencia de comida.
Podemos distinguir tres elementos que definen el condicionamiento clásico:
a. Estímulo incondicionado, que no requiere aprendizaje. En el experimento de Pavlov, sería la comida.
b. Respuesta condicionada, no requiere aprendizaje. En este caso sería la salivación.
c. Estímulo condicionado, requiere aprendizaje a través del condicionamiento. Sería la campanilla, es un estímulo no natural.
Para que pueda hablarse con certeza de la existencia de un condicionamiento:
1 Hay que definir muy precisamente los estímulos condicionados.
2. Hay que identificar claramente los estímulos incondicionados, en función de su fuerza.
3. Los dos estímulos deben ser asociados de forma sistemática.
4. Hay que medir la respuesta condicionada después de cada asociación.
5. Por último, hay que verificar de forma evidente la existencia de la respuesta condicionada cuando el estímulo no condicionado no está presente.
Por otra parte, para garantizar una atribución causal, deben reunirse las siguientes condiciones:
1. El estímulo no condicionado se presenta antes que el estímulo condicionado.
2. Las asociaciones deben ser repetidas frecuentemente.
3. Los dos estímulos deben estar en relación uno con el otro.
4. El estímulo no condicionado debe, si es posible, ser psicológica o simbólicamente muy visible, de forma que se reduzca toda ambigüedad de interpretación.
El condicionamiento clásico sirve para explicar cómo adquirimos los gustos y motivos y se aplica para asociar la marca con un ambiente placentero.
La aplicación de este principio es muy conocida en publicidad. Por ejemplo, la asociación de personajes simpáticos o de cierto prestigio reconocido a una marca, o a un elemento visual, como el caso de Marlboro, que asocia su marca al cow-boy.
Sin embargo, la fuerza de la asociación depende de la frecuencia de la aparición conjunta de los dos estímulos. Si éstos dejan de aparecer juntos, el condicionamiento se atenúa y termina por desaparecer.
Martini sigue transmitiendo el mismo mensaje con que lanzó la marca hace más de un siglo: la alegría de vivir. Su estrategia es de consistencia en el tiempo, aunque sí han cambiado sus códigos estéticos; la patinadora que consiguió uno de los mayores índices de recuerdo de la historia ha dado paso al trajeado hombre con gafas de sol, que tampoco va a ser difícil de olvidar.
Los individuos pueden establecer relaciones entre dos elementos, en función de criterios tales como la generalización, la proximidad, y la pertenencia.
a). La generalización
Se refiere a la tendencia que tienen las personas a considerar a los objetos que se parecen como si fueran iguales. El proceso de generalización se produce cuando después de aprender cierta respuesta ante un estímulo, ésta tiende a ser provocada no sólo por el estímulo original presente en la situación de aprendizaje, sino por estímulos que se parezcan a él.
Así, la formación de estereotipos es el resultado de la generalización de las características de un objeto a todos aquéllos que se le parezcan.
Muchas veces las compañías explotan el éxito de las empresas innovadoras al ofrecer productos muy similares. También se utiliza para introducir nuevos productos que se parecen mucho a sus predecesores.
Otra forma de generalización de estímulos es utilizar la estrategia de "marca de familia"; con ello se pretende que las percepciones y actitudes favorables del público hacia el nombre de familia se generalicen también al nuevo producto, para conseguir el mismo éxito. Por ejemplo, Yamaha, utiliza la misma marca para todos sus productos.
b). Proximidad
Se basa en la idea de que dos objetos situados uno cerca del otro participan de las mismas características que éste. Se utiliza este principio en el caso de las franquicias, donde el público piensa que el establecimiento es propiedad de la gran empresa en la cual tiene confianza.
ROBERT GAGNÉ:
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Psicólogo norteamericano, nació en el año 1916, estudió en Yale, y recibió su doctorado en la Universidad Brown, en 1940. Se ha destacado como profesor en las Universidades de Princeton, Berkeley, y Florida State. Ha publicado artículos y libros relacionados con el área del aprendizaje.
La posición de Gagné se basa en un modelo de procesamiento de información, el cual deriva de la posición semicognitiva de la línea tolmaniana, expresada a través de Bush y Mosteller. Esta teoría se destaca por su línea ecléctica, además ha sido considerada como la única verdaderamente sistemática (Kopstein, 1966). En esta teoría encontramos una fusión entre conductismo y cognoscitivismo. También se puede notar un intento por unir conceptos piagetianos y del aprendizaje social de Bandura. Finalmente la suma de estas ideas hace que la teoría desarrollada en este trabajo, sea llamada “ecléctica”.
La posición de Gagné se basa en un modelo de procesamiento de información, el cual deriva de la posición semicognitiva de la línea tolmaniana, expresada a través de Bush y Mosteller. Esta teoría se destaca por su línea ecléctica, además ha sido considerada como la única verdaderamente sistemática (Kopstein, 1966). En esta teoría encontramos una fusión entre conductismo y cognoscitivismo. También se puede notar un intento por unir conceptos piagetianos y del aprendizaje social de Bandura. Finalmente la suma de estas ideas hace que la teoría desarrollada en este trabajo, sea llamada “ecléctica”.
La teoría del aprendizaje de Gagné está clasificada como ecléctica, porque dentro de ella se encuentran unidos elementos cognitivos y conductuales, integrados con la teoría del desarrollo cognitivo de Piaget y el aprendizaje social de Bandura, todos explicados en forma sistemática y organizada bajo el modelo de procesamiento de información.
Gagné define el aprendizaje como la permanencia de un cambio o disposición humana que no ha sido producido por procesos madurativos, por cierto período de tiempo. Así, el modelo de Gagné y sus procesos pueden ser explicados como el ingreso de información a un sistema estructurado donde esta información será modificada y reorganizada a través de su paso por algunas estructuras hipotéticas y, fruto de este proceso, esa información procesada produce la emisión de una respuesta.
Dentro de este modelo son importantes (sin excluir al resto) los procesos de control: control ejecutivo y expectativas, que se incluyen dentro de los mecanismos internos del aprendizaje, que aparecen ahora como fases o etapas en el acto de aprender.
Gagné define el aprendizaje como la permanencia de un cambio o disposición humana que no ha sido producido por procesos madurativos, por cierto período de tiempo. Así, el modelo de Gagné y sus procesos pueden ser explicados como el ingreso de información a un sistema estructurado donde esta información será modificada y reorganizada a través de su paso por algunas estructuras hipotéticas y, fruto de este proceso, esa información procesada produce la emisión de una respuesta.
Dentro de este modelo son importantes (sin excluir al resto) los procesos de control: control ejecutivo y expectativas, que se incluyen dentro de los mecanismos internos del aprendizaje, que aparecen ahora como fases o etapas en el acto de aprender.
Fase de motivación: debe existir la promesa de un refuerzo, expectativa, etc. para que la persona que va a aprender. Es como un llamado de atención o puesta en alerta.
Fase de atención y percepción selectiva: donde se dirigen los mecanismos de atención hacia un elemento que debe ser aprendido para percibir los elementos destacados de la situación.
Fase de adquisición: aquí juega un rol importantísimo la codificación, el paso de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo de la información transformada.
Fase de retención: la información es procesada dentro de la memoria a corto plazo para determinar la permanencia en la memoria a largo plazo de forma indefinida o con desvanecimiento paulatino.
Fase de recuperación de la información: propio de la acción de estímulos externos; a veces es necesario recuperar la información desde la memoria a largo plazo, para lo cual se sigue el mismo camino de codificación seguido para guardarlo.
Fase de generalización: es la aplicación de lo aprendido a un sinnúmero de situaciones variadas.
Fase de desempeño: en esta etapa se verifica si la persona ha aprendido, dando como supuesto el hecho de que ya recibió la información.
Fase de retroalimentación: aquí se confirman las expectativas de refuerzo, utilizando variadas opciones.